sábado, 30 de octubre de 2010

Confianza


Resulta que siempre escribo sobre las cosas que las llamo importantes, pues, creo que merecen que escriban sobre ellas. Hoy, quiero escribir un poco sobre la confianza, ya que es lo que tiene un gran lugar en nuestra vida. La verdad, no lo entendía muy bien, hasta que me chocara con ella, desde entonces entendí cómo es importante saber que nos confiamos uno al otro y cómo es necesario tener a la persona que te confíe y a que le confíes a ella.
La Confianza, el sinónimo es creencia, es decir, confiar es creer a alguien sinceramente, de todo corazón sin dudar. Como bien sabemos, cada persona es un mundo nuevo de sus emociones, sus pensamientos, sus sentimientos y sus creencias. Algunas personas son poco emocionales y no saben expresar bien sus sentimientos, cerrándose en su interior como si tuviesen miedo de abrir lo que tienen en su dentro. Hay personas que saben controlar sus emociones y cuando lo quieren se abren y cuando no lo consideran necesario no lo hacen. Otras, al revés pueden entregar todo lo que tienen dentro hasta a una persona desconocida, y lo más curioso lo necesitan hacer – es como echar sus cosas a las otras personas. Con eso quiero decir que hay razgos que no tenemos o sea los que evitamos, y eso nos hace ser personas, ya que todos somos diferentes. Pero, lo que no podremos evitar es tener confianza. Cada uno tiene confianza-creencia en alguien o en algo: en Dios, familia, amigos, pareja, en su mismo etc. Alguien podría negarlo diciéndo que no tiene confianza en nadie, y la verdad, hoy en día, hay muchas personas que algún día tuverion desesperanza y ya no creen en las personas, no creen en nada, por otro lado si pensar bien, decirlo así - no sería sincero, porque por lo menos una vez tuvimos la confianza. Puedo decir con cierta exáctitud que cada, cada persona tuvo confianza, pura confianza. Sí, tal vez, por unas u  otras circunstancias perdieron este sentimiento, pero lo tuvieron, es verdad. Por ejemplo, vamos a recordar nuestro niñez, porque, tal vez es la única época cuando nosotros tenemos una transparente confianza, ya que entonces todavía no nos chocamos con realidad de la vida?, que no ha destruido algunos sueños nuestros?. En esos tiempos nuestros corazones estaban dispuestos a recibirlo todo, y podíamos creer en todo, claro, en todo maravilloso sin tener ni una gota de duda de que sería exactamente así. Se puede decir sobre ello muy en general, pero hay unos ejemplos muy simples, que nos demuestran esto, os recordáis a vosotros, cuando con corazón lleno de inspiración y con los ojos que brillaban una inmensa ilusión, y la sonrisa no dejaba vuestras caras, esperaban vuestro cumpleaños, contando los días hasta que se cumpliera ese día que os parecía tan especial  porque sabíais que se realizaría algo en que creíais, cualquiera fuera regalo, pero justamente ese regalo vosotros queríais. O, recordáis cómo confiábais y creíais en que existía Papa Noel, recordáis ese sentimiento, no?.. cuando nos hacemos maduros recordamos esos momentos tan ingenuos con una nostalgia porque entonces nosotros éramos tan puros de corazón sin pensar en las cosas seriamente…al pasar el escalón de nuestra vida que se llama ‘niñez’ muchas personas están confundidos y se preguntan ‘qué hacer? Adónde ir? Quién soy yo?  Cuál es mi destino?”, aparecen tantas preguntas! Pero es bonito que seguimos confiando, sí, ya con cierta prudencia, porque con el tiempo entendemos que hay algo que no merece la confianza, pero seguimos. La confianza es ante todo creencia en tus fuerzas, porque al confiar a alguien, te hace más fuerte, ya que del otro lado sientes apoyo, cariño y seguridad. La vida es muy diferente, y tiene tantos matices, algunos son vivos otros son algo apagados, pero ojalá nunca perdamos este sentimiento. Por lo menos, yo pienso que es algo de aquello que nos motiva ir adelante. Claro, todos tienen su opinión respecto a ello, pero supongo que serán algunas personas que estarán de acuerdo conmigo.

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