jueves, 24 de febrero de 2011

Soplo del destino…


Me he encontrado en un lugar,
Veo una casa, parece, pero no es mi hogar,
Las puertas abiertas, desde allá, suena una melodía,
Ya no iré atrás, he visto a alguien que se escondía.
Entro y veo las escaleras, me llevan a alguna incertidumbre
Voy sin dudar, quiero encontrar esa luz que desde lejos alumbra.
De repente, en un escalón veo “N”
¡¡¡Es una señal!!! estoy impaciente como un nene,
Corro, y en el otro aparece “U”
Ay, me marea, si pudieras sentirlo también tú.
Allá, mira, en el otro brilla “E”
Me persigue una voz que murmulla “sigue, sé más valienteeee”.
Voy adelante, la escalera es tan antigua y curva,
Transparenta algo, borro el polvo, se revela el “V”.
Junto las letras en la cabeza
Abrí “A”, resulta “NUEVA” – ya tengo alguna certeza.
Inesperadamente escuché un grito fuerte
No tengo miedo, voy arriba y me aparece otra “V”,
Qué emoción, que hay continuación
Siento que pronto ya habrá alguna conclusión.
La escalera se acabó,
Pero sé que el destino no se terminó. 
Giro a la izquierda,
Me choqué con una puerta
Con esperanza la abro
Y veo una cuerda.
La tiro, y cae “I” al suelo con ruido
Me río, nada me ha parecido tan divertido.
Desde la luz aparece un niño
Me sonríe y besa con cariño
Me da un papel, que primeramente pareció vacío
Lo tomo muy rápido como si fuera algún desafío.
Lo abro con curiosidad,
Es “D”, siento felicidad.
Sigo hacia la luz imaginando la última letra
Ya adiviné,  es “A”
Todo está claro, me ha descubierto “NUEVA VIDA”.


viernes, 11 de febrero de 2011

De nuevo nos encontramos...



Sabéis, hace muy poco he tenido mi segundo encuentro con mi querido amigo – El Mar. Fue la segunda vez que nos vimos y así como la primera vez me seguía impresionando. No sé, es que para mí es algo maravilloso y tan especial. Creo que en el Mar se te abre algo que te deja cambiar tu rumbo de pensamientos y ya eres diferente. Ya lo necesitaba, y por fin, de nuevo estuve con el Mar, hablé, pensé y recibí energía especial que creo me ayudará a seguir adelante, cómo no!!

  
Ahora, quiero compartir con vosotros unas cositas que escribí. Es sobre mis impresiones del Mar. Podéis ver mi primer encuentro con el Mar y después el segundo también. Espero que compartáis conmigo la sensación que me da el Mar, si no, os deseo que las viváis como yo, porque es incomparable y algo divino.


Primer encuentro con el Mar (Febrero, 2010).

Era una mañana, una mañana en España. La chica se despertó y se levantó sin ganas, porque hacía frío y no quería dejar la cama donde se sentía tan acogedoramente y tenía ese calorcito tan agradable. Abrió las cortinas para mirar por la ventana – hacía un día gris y un frío indeseable. Ya el segundo día llovía. Se puso algo triste. Siempre le parecía que la lluvia era como si el cielo llorara y estuviera triste. Por eso no le gustaba. Siempre necesitaba un sol vivo para tener la luz en su corazón, como un fueguito que le inspiraba ir adelante. Sin embargo, a pesar de eso, ese día nunca lo olvidará, porque le regaló una cosa maravillosa – ella conoció el Mar. La chica sonrió porque sabía que pronto estaría cerca de él y conocería su presencia, ya no en sueño!!
A pesar de que llovía sin parar y el viento estaba moviéndolo todo, el Mar se presentó como algo hermoso e inolvidable. Las piernas ya no podían estar quedas en un lugar sino que corrían hacia la orilla donde ella vio algo inmenso y majestuoso, algo sin límites – el Mar. Las olas estaban inquietas precipitándose con prisa y mucha pasión para besar la arena, que se mojaba con su espuma blanquecina y fría de invierno. El Mar tenía un vestido de distintos colores: de blanco lechoso se convertía a un azul verdoso oscureciéndose hasta el gris negruzco de noche al alejarse hacia el horizonte. En unos ojos asombrados se reflejaba un tempestuoso mar y ella tenía unas sensaciones tan diferentes y contradictorias. Por un lado, le parecía muy peligroso, feroz y como si no quisiera recibirla, como si quisiera decirle que se fuera, pero por otro lado como si quisiera atraerla llamándola con su voz, que se escuchaba cuando chocaba con las rocas. Su corazón se llenó de alegría, de unas emociones hermosas cuando ella tenía algo nuevo, aunque para otros es algo normal.

Sí, estaba feliz, realmente feliz de abrir un mundo nuevo, que era una seňal de que le esperaba algo nuevo, una seňal para empezar una nueva vida! Ella siempre sabía que tendría amistad con el mar, por eso esperaba ese encuentro mágico con impaciencia. Ahora sí, ya sabe y sólo espera que pronto se encuentre con él de nuevo y ya no tiene ninguna duda de que le contará algo nuevo, le contará algún secreto más y le abrirá unos matices nuevos de vida. La chica tenía que irse y se fue no pudiendo dejar de mirarle hasta el último momento…. Adiós Mar, adiós Valencia...
 Sol. Cielo azul. Caminaba por el borde de la orilla tocando con los dedos la arena, mientras el agua le alcanzaba y tocaba sus pies. Primeramente estaba rodeada de gente, unos caminaban, otros se sentaban mirando al mar, y otros paseaban con sus perros... y un perro gracioso y tan travieso que jugaba a la pelota con su dueño, de repente se le acercó para saludarla, ella sonrió y con mucho cariňo le pasó la mano por la cabeza, sintiendo su nariz fría y mojada, pero se fue rápido porque tenía una cosa importante, una pelota echada por su dueño al mar!!!
Ella siguió caminando, se quedó sola, y disfrutaba de cada instante, respirando el aire y mirando al horizonte sensiblemente para guardarlo en su memoria, para no olvidarlo nunca. Ese día hacía muy buen tiempo y el mar era intensamente azul, reflejando un sol vivo y un cielo despejado. Se sentó en la tibia arena y se congeló mirando al horizonte, imaginando cómo si fuera yendo por su filo. Sin notarlo bajó la puesta de
sol. Cerró los ojos, estaba tan feliz, de verdad, pero a la vez triste, era una mezcla extraňa. Pensó en él. Después escribió algo en la arena y dijo al vacío: ojalá hubiera podido compartir este momento con él.
Se quedó pensativa. Dijo: “Hola, mi amigo Mar, Estoy aquí, de nuevo estoy aquí, contigo, sintiendo tu olor salado y escuchando tu murmullo”… Ahora estás tan tranquilo y te veo así como soňaba, así como te imaginaba a la luz suave del atardecer y regalando tu tranquilidad y misterio. Siempre supe que los sueños se realizan!
La chica miró al cielo y dijo: “Gracias, Dios!”, sonrió y de nuevo dijo al mar: “Sabes, ahora sé que cuando tenga un momento triste me acordaré de ti y de este momento que he vivido contigo y seguramente me surja una sonrisa infinita! Gracias a ti. Y no te digo adiós, sino hasta luego!

Nos encontramos de nuevo (Febrero de 2011).

                                                  Ella corrió y dijo: “Holaaaa”,
El Mar la saludó alegremente
y tan cariñosamente:
“Estoy contento de verte así sonriente”.
Ella estalló de emoción y
le preguntó: “Qué tal?”,
El Mar le susurró: “Esperándote”,
apresurando más y más su ola.
“Ah sí? De verdad, de verdad?”
Claro, niña, no lo dudes nunca,
Ya sabes, aquí estoy
Siempre dispuesto a regalarte
todo lo que ahora te doy.
 Sabes, Mar, te echaba tanto de menos,
Necesitaba mucho escucharte y tocarte
Sabes, Mar,
esperaba tanto nuestro encuentro,
ya tenía muchas ganas
de contarte mis cosas, sonreírte
y de nuevo olerte.
Ella se sentó,
tocando con los pies la tibia arena
Estaban juntos, en un silencio especial,
Le dejó mirar al horizonte,
en el camino del cual
el Sol se encontraba con el Mar,
Ya pronto estarán juntos
No hay dudas, se acostará,
y el Mar le cubrirá cuidadosamente
con su manta azul.
Ella seguía mirando mucho tiempo más,
En su cara apareció un brillo de lágrima
Estaba feliz, le volvió a hablar:
“Gracias, Mar, eres hermoso
y sabes que te quiero,
no me olvidaré de ti nunca
ni lo podría hacer jamás.



Espero que os haya gustado :)


Con cariño,
Sasha



PD: Quiero agradecer a mi amigo Ruben por ayudarme en las correciones de mi español en el texto J Gracias, Ruben!!!