miércoles, 31 de agosto de 2011


Sabéis he descubierto un elixir
El que me ha vuelto a vivir
Una bebida dulce que me hace estar feliz
Después de beberla me llena alegría y no dejo de sonreír.

Sabéis he conocido un pajarito
El que me ha enseñado a volar
Una alondrita despierta que no se cansa de amar
Después de conocerla ya no puedo amargar.

Sabéis he encontrado un tesoro
El que me ha contado qué es un oro
Un estuche lleno de piedras valiosas
Todo es para mí? No me lo creo,
Pero parece que sí y sigo con mi sonrisa.

Estoy feliz…Gracias alondrita.


domingo, 21 de agosto de 2011

Ire hacia luz...



Algunas veces le decían que era en vano esperar, que todo lo que hacía era inútil, sin respuesta – pero, resultó al revés.    

Había una vez chica que vivía en un país lejano, tan lejano que conocer el gran mundo parecía imposible – no para ella. Seguía soñando de descubrirlo y nunca perdía la esperanza. Era una chica llena de creencia en la felicidad que anhelaba que le tocara algún día. Tenía todo, aunque no tenía algo que la completaría completamente y apagaría esa ansiedad que tragaba su alma. Esa inquitud ya le molestaba desde hace mucho tiempo pero tenía miedo de quitarla como si fuera su esencia ya.
Tenía una caja, la guardaba mucho como si fuera lo más precioso de su vida y no quería abrirla para no dejar volar lo que estaba dentro. Pensaba que tenía un dueño de esa caja y esperaba que la abriera pronto, que sólo hay que esperar. Pero no , no llegó. Poco a poco la chica comenzó a llenarse de dudas, miedos y desesperanzas.
Un día apareció un ángel y le dijo: “Por qué lloras?”
-No lo sé -respondió la chica.
-Tú sabes porqué…por qué lo escondes? Tienes que recibir lo que te da la vida y echar lo que no es tuyo.
-¿Pero cómo voy a vivir sin lo que quería tanto?
-Tú no tienes que vivir sin ello, sino abre los ojos, abre el corazón y verás que te espera. Sólo confía, no pierdes la fe que siempre tenías y sigue hacia la luz.
-Gracias,-respondió la chica llorando de felicidad.
Se despertó. Eran 7 de la mañana y el sol ya salio brillando de sus rayos de alegría. La chica miró al sol, sonrió. Ya sabía que era su ángel que le va a guardar y la llevará hacia lo que esperaba tanto.