miércoles, 23 de marzo de 2011

Pensando en la sinceridad...

Sabéis, hoy quiero dedicar mi blog al tema sobre relaciones humanas, en concreto sobre una parte de relaciones que es sinceridad entre una y otra persona. Por qué es lo que quiero expresar hoy – pues, no sé, tal vez porque en primer lugar, es una cosa que es muy importante para mí y creo que para toda la gente también. Y, en segundo lugar, es porque lo que me preocupa último tiempo, en lo que estoy pensando últimamente – “¿si es sincero conmigo?”. Siempre he sido una persona que confiaba a todo el mundo, hasta algunos amigos míos me decían “Sasha, pero no se puede ser tan inocente y confiar a cualquiera”. De hecho, para mí nunca fue un problema confiar a otra persona, sino al revés no conseguía no confiar, o como dicen ser más prudente teniendo alguna relación con una u otra persona, por eso estaba abierta y lo que pasaba, pensaba que eso era sincero mutuamente. La vida es así, con lo años nos chocamos con unas cosas cuando entiendes que no es así y lo que nos queda es – seguir confiando o no. Por eso hay personas que con el tiempo ya casi no confian y no creen en la sinceridad pura. Justo en estos momentos, que te hacen dolor, aparecen las dudas – ¿acaso, las personas pueden engañarte y no ser sinceros a cien por cientos, sólo porque necesitan algo de tí? ¿Y cuando no se lo das, te dejan? Seré sincera, he encontrado la gente así, y me dolió mucho reconocerlo – reconocer que me utilizaron y me dejaron cuando ya no le necesitaba y ya no tenía interés en mí – así como utilizar un papel y echarlo al buzón sin tener lástima alguna. Y entonces, después de los momentos así, cuando recibes un golpe a la cabeza como si fueras culpable de algo, después de sufrir un cierto tiempo, cuando te molesta este sentimiento de entender que hay personas a cuales no es inherente tener sinceridad, después de pasar un camino definitivo de todo eso – algunas personas se convierten secas, otras duras, y hasta dejan de ser sinceras ellas mismas, por lástima, y lo llaman “¡¡¡experiencia de la vida!!!”. Sabéis, yo no estoy de acuerdo con todo eso. Según mi opinión (probablemente es tonto de seguir ver las cosas en “colores rozados”), hay más personas sinceras que no sinceras. Así resulta que yo sigo confiando, y sigo pensando que las personas son sinceras conmigo, a pesar de que a veces esa certeza se destruye de los hechos que ocurren alrededor de mí. Hay muchas personas que nos hacen sentir bien, nos hacen sonreir, nos hacen sorprender, y lo hacen de verdad – eso demuestra el tiempo. Yo valoro mucho este tipo de relaciones y sigo confiando. Al tener una relación nueva, confío, no puedo de otra manera. Estoy convencida de una cosa: el sentido que tienes en tu ecensia, en tu dentro, lo atraes. Si crees en la sinceridad, la recibirás. Si sospechas en cada uno, recibirás eso, porque no serás capaz de creer en la sinceridad de otra persona. Así que prefiero seguir confiando JJJ
PD: quizá preguntaréis - “¿Y qué dirás sobre esas personas que te hicieron dudar en la sinceridad?”. “Pues, me da igual, estas personas que lo hacen – peor para ellas, pobres ellas por ser así - lo importante es que yo sí que fue sincera y no me pueden acusar que no fue así, es su carga”.

4 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes en esto que has escrito!! no sé por qué hay gente que intenta sacar provecho de los demás a base de mentiras, es mejor ser sincero desde un principio, así nadie se sentirá engañado y tampoco nadie tendrá ilusiones que luego se desvanezcan. Ojalá hubiera más gente como tú!
    Me ha encantado volver a escuchar tu voz!!
    Te lo mandaré corregido :)

    ResponderEliminar
  2. Hola Ruben!! Que tal? Graciassssssssssssss por tus comentarios :)

    ResponderEliminar
  3. Yo estoy siempre dispuesto a confiar en la gente, pero de comienzo prefiero no confiar, y que se ganen mi confianza. Todo el mundo miente en cosas, todo el mundo oculta cosas, y todo el mundo al final busca su propio beneficio, aunque no sea consciente de ello.

    ResponderEliminar
  4. Sí, Joaquín… entiendo perfectamente lo que dices. Creo que es muy buena elección - “ser algo prudente” antes de abrirse a la persona. Es verdad, la vida es así, y no cada uno siempre quiere algo positivo (como puedes pensar tú), muchas personas llevan alguna codicia o lo que sea. Hoy en día, por lástima, hay mucha envidia, la que come la esencia buena de las personas, la que hace hacer cosas raras que después te sorprenden y te ponen en chock, ya que no lo esperabas de esa persona…Yo, muchas veces, no lo consigo, pero, pienso que con los años, con experiencia de la vida, se me pega esto poco a poco “ser prudente”… no sé… aunque en mi corazón quedo la misma Sasha je-je
    Besitos!!

    ResponderEliminar